ELLA NO ERA BONITA (RELATO)
Ella no era bonita. Ella era limpia, honesta y bondadosa. Ella soñaba lo que sueña un grupo todavía mayoritario de mujeres: unirse a un hombre serio, trabajador y honrado, que las quiera, las respete y las haga sentirse todavía más valiosas con la maternidad de algún hijo.
Pero hasta el momento, ella solo había cosechado desengaños. Los hombres que se habían acercado a ella lo hicieron con la intención de gozar un rato de placer con su cuerpo de hembra joven y sana. No consiguieron de ella lo que pretendían y, en venganza, le rompieron trozos de su corazón sensible, tierno y vulnerable despreciándola y negándole atractivo alguno femenino.
Un día, un hombre nuevo llegó a ella. Era agradable en el trato, pareció al principio, al igual que los anteriores, pretender conquistarla con sus halagos y bonitas palabras. Temiendo que fuese uno más dispuesto a herirla en sus más bellos sentimientos, ella le dijo que no sentía ningún interés en salir con él. El hombre no insistió. Aceptó con dignidad su rechazo.
Una mañana de domingo, ella se acercó al Parque Central de la ciudad. Lo hacía con cierta frecuencia los días festivos. Le gustaba pasear por allí, gozar del relativo alejamiento del ruidoso tráfico y sentir la compañía de los árboles, el susurro de sus hojas, el canto de los pájaros revoloteando entre sus ramas y el perfume que desprendían las flores de los parterres.
De pronto descubrió al último hombre que ella había rechazado. Se hallaba sentado en un banco rodeado de palomas a las que estaba dando de comer. La conmovió esta escena. Sintió que algo que creía ya muerto en lo más hondo de ella revivía. Se acercó al hombre que estaba con las palomas y, cuando él reparó en su presencia y elevó hacia ella sus ojos repentinamente cargados de esperanza, le dijo:
—¿Puedo acompañarte en tu soledad?
—Claro. Acabo de descubrir que los milagros existen. Justo en este momento estaba pensando en ti.
A partir de aquel día jamás volvieron a separarse. Descubrieron que ambos alimentaban los mimos sueños y se esforzaron en convertirlos en realidades.
(Copyright Andrés Fornells)
