EL PROBLEMA DEL BELLO APOLO (MICRORRELATO)

EL PROBLEMA DEL BELLO APOLO (MICRORRELATO)

La belleza física tiene muchas ventajas especialmente a la hora de despertar amor; pero también cuenta con algunas desventajas. Por lo menos así lo entendía Apolo que, por su extraordinaria hermosura varonil atraía a todas las mujeres que lo veían y, a él, se le planteaba un importante dilema: ¿Solo contaba para ellas su belleza o también contaba su intelecto?

Como este asunto le preocupaba, un día que se reunió con Zeus, su padre, le preguntó:
—¿Qué puedo hacer, padre, para saber si una mujer que se confiesa enamorada de mí no está únicamente enamorada de mi atractivo físico y no de mi talento?

Su padre sonrió comprensivo y manifestó:

—Eso no es muy difícil averiguar, hijo. Cada mujer que exprese su deseo de conocerte ordena a tu criado que vende sus ojos antes de llevarla a tu presencia y, una vez la tengas delante de ti sin que pueda verte, conversa con ella durante media hora. Aquella de todas ellas, que la escuches suspirar más dulcemente escuchándote, será la que se habrá enamorado de tu inteligencia, de tu riqueza intelectual y no de tu hermosísimo físico, pues no te habrá visto.

Apolo siguió el consejo de su padre y durante todo un día ordenó a su criado fuera trayendo a su presencia, con los ojos vendados, a las numerosas jóvenes que deseaban conocerlo.

Finalmente, cerca ya de la noche, Apolo pidió a su criado trajera a su presencia a la joven que él había considerado había suspirado más dulcemente. Pero cuando su servidor le quitó la venda a la escogida, inmediatamente la rechazó por lo fea que era.

Su padre, enterado de este hecho le dijo entonces a Apolo:

—Hijo, te mereces lo que has encontrado hasta ahora en las mujeres que te han gustado: admiración en vez de amor que es lo que deseas encontrar, y eso se debe a que tú tampoco aprecias  en las mujeres su belleza interior, y solo valoras la belleza física exterior suya, acepta lo que escoges y mereces,

(Copyright Andrés Fornells)