EL PAÍS DEL PITO (MICRORRELATO)

EL PAÍS DEL PITO
Hubo una vez un país sadomasoquista y con acusada tendencia al suicidio, en el que un buen sector del mismo, “ejerciendo su libertad de expresión” empezó a desarrollar una morbosa, melómana afición por ese modesto, pequeño y molestísimo instrumento musical llamado pito.
Y ese sector tan apasionado soplador de pitos, porque no le gustaba la “canción” que sí le gustaba a la gran mayoría que formaba el resto del país, se pusieron a pitarla desaforadamente, disfrutando con ello de lo lindo como demostraban las expresiones de felicidad que mostraban sus rostros.
Pero ocurrió que amparándose también en “la libertad de expresión”, los que habían sido pitados aprendieron también a tocar ese sencillo, irritante instrumento de viento y acto seguido se pusieron a pitar la “canción” favorita de los primeros pitadores y esto, a ellos que creían poseer el monopolio, la exclusividad de soplar cosas que sacan sonidos, no les gustó lo más mínimo y las expresiones de sus caras pasaron de la felicidad al disgusto.
Moraleja: El que no quiera ser pitado, que se trague el pito antes que pitar a su prójimo.