EL HORIZONTE LE RESPONDIÓ (RELATITO)
EL HORIZONTE LE RESPONDIÓ
(Copyright Andrés Fornells)
Una mañana cualquiera, una mujer abrió la ventana del cuartito que habitaba y su mirada se posó en el horizonte de un azul tan bello que la fascinó. Y como si hubiese vivido ciega hasta aquel momento consideró que su pequeña y mísera vivienda era para ella igual que una cárcel, y se dijo: “Soy estúpida. Con toda esa inmensidad que hay ahí afuera, yo me conformo con vivir encerrada en esta prisión”.
La mujer abrió un poco más la ventana y le preguntó al infinito horizonte:
—¿Qué me aconsejas tú que haga yo?
El horizonte pareció ensancharse más y le respondió con su voz engañosa:
—Coge tu maleta y ven donde estoy yo.
Y sin pensárselo, la mujer cargó con una maleta, caminó y caminó, y transcurrido un año se sintió muy cansada y engañada porque había terminado por reconocer que el horizonte no tiene fin y tampoco lo tendría ella.
MORALEJA: La libertad, sin un destino que desear alcanzar, se convierte en un esfuerzo totalmente ilusorio e inútil. Es aconsejable no ir a parte alguna si uno no sabe por qué va ni si le conviene lo que encontrará en esa otra parte.