CUIDADO CON LOS RESFRIADOS (MICRORRELATO)

CUIDADO CON LOS RESFRIADOS (MICRORRELATO)

Las personas prudentes, cuando escuchan a los expertos en meteorología decir que va a llover, previsores, salen a la calle con un paraguas. Luego igual llueve como no, olvidan su paraguas en algún sitio y, cuando vuelven con la intención de recuperarlo, igual lo consiguen como no, dependiendo del porcentaje de sinvergüenzas amantes de lo ajeno que ese día haya salido a la calle o se haya quedado en su casa.

A continuación trato de advertir a quienes los días que llueve salen a la calle sin objeto alguno que les proteja del agua que cae de las nubes, tanto si desean mucho o poco que se produzca esa caída torrencialmente o en goteo.

Son mucho los humanos que cuando la lluvia los moja, tienen la tonta costumbre de resfriarse.
Según unos últimos estudios realizados por eminentes sabios, cada vez que soltamos un estornudo matamos varios cientos de células cerebrales. Desde que sé esto me cuido al máximo, voy siempre bien abrigado, evito corrientes de aire, mojaduras de pies y climatologías adversas, para evitar resfriarme. Sinceramente, aunque me avergüence confesarlo, no tengo tantas células cerebrales como para permitirme el lujo de irlas perdiendo tan imprudentemente. Quienes alberguen parecidos temores a los míos, les aconsejo que me imiten. Tengan en cuenta que son todos esos imprudentes que se van quedando sin neuronas los que votan a esos malditos y corruptos gobiernos que se hacen ricos a costa de convertir en pobres a los honrados contribuyentes.

Y una muy seria advertencia: no confíen en lo que dicen esas gentes bondadosas, de que los buenos van al cielo y los malos al infierno, porque esos gobiernos corruptos desvían las trayectorias de los transportes y los buenos terminan en el infierno, y los malos en el cielo.

(Copyright Andrés Fornells)