CRIMEN PERFECTO (RELATO NEGRO AMERICANO)

CRIMEN PERFECTO (RELATO NEGRO AMERICANO)

La joven Grace Carter, debido a las numerosas vejaciones, incontables desprecios y algunos dolorosos golpes  recibidos de parte de su marido, John Bellingham, llegó a odiarlo hasta el punto de desear su muerte y planearla de modo que no pudieran descubrirla y castigarla por ello.

Estudió durante algún tiempo el poder mortífero de los venenos más eficaces, Y Finalmente se decantó por uno que usaba cierta tribu amazónica. Sus miembros masculinos untaban con ese veneno sus flechas. Estas flechas, al penetrar en el cuerpo del animal al que se las habían disparado, éste quedaba muerto inmediatamente.
       Corriendo evidente riesgo, la vengativa esposa empleó mucho tiempo ingiriendo pequeñas dosis de aquel peligrosísimo veneno, hasta conseguir por fin una total inmunidad al mismo.
         Una vez lograda esta inmunidad, soportando con enorme esfuerzo él asco que le había cogido a su cónyuge lo fue matando lentamente, cada vez que él, necesitado de sexo besaba los labios de ella impregnados de aquel poderoso veneno. Este veneno era altamente adictivo y por ello John besaba con abusiva frecuencia a Grace consumiendo con lujuriosa avidez hasta la última partícula existente en los envenenados labios de ella.

John fue enflaqueciendo misteriosamente, a pesar de que comía con regularidad. Y una noche pasó a mejor vida. Debido a su notoria delgadez, familiares y conocidos atribuyeron su fallecimiento a una desconocida enfermedad mortal que padecía.

Grace, convertida en falsa viuda ejemplar, lloró desconsoladamente su viudedad delante de parientes, amigos y conocidos despertando simpatías y compasión:

—Pobre Grace, cuanto le ha dolido la muerte de John. La pérdida de su marido la ha dejado destrozada.
         Cuando ya vieja, y hallándose a las puertas de la muerte, Grace reveló a Lily su única hija, testigo de los abusos que su madre había recibido de parte de su padre, que ella lo había matado, soportando con no poco asco ese contacto, a besos.

(Copyright Andrés Fornells)