CARTA DE UN NIÑO A DIOS (Microrrelato)

Un niño necesitaba 100 euros para comprarse un juguete que, por ser muy pobres sus padres no podían regalárselo. Y rezaba todos los días para que alguien se los regalara. Pero como nadie se lo regalaba, un día decidió escribir una carta a Dios, pidiéndoselos a Él y, una vez tuvo esa carta escrita la envió por correo.
Cuando un empleado de esa empresa estatal vio a quién estaba dirigida la carta de aquel niño, decidió enviarla al jefe de Correos, que no sabiendo lo que hacer al respecto, envió a su vez aquella carta a la Presidencia del Gobierno.
La secretaria del presidente habló a superior de la petición que hacía un niño. El mandamás del país ordenó a su colaboradora:
—100 euros para un niño pequeño es mucho dinero. Encárgate de responderle con un billete de 10 euros.
La mujer hizo lo que le había sido ordenado y el niño que había realizado aquella petición recibió una carta que contenía 10 euros. Extraordinariamente decepcionado, nada más recibirlos, el pequeño le escribió una nueva carta a Dios en la que puso lo siguiente:
—Querido Dios, sigo necesitando todavía 90 euros. No me los mandes a través de la Presidencia del Gobierno, porque se los quedaran casi todos con su despiadado sistema recaudatorio. Mándamelos directo a mí, a mi casa, porque esos insaciables, despiadados recaudadores ni siquiera a Ti te respetan. Recibe mi anticipado agradecimiento.