BREVE ENTREVISTA QUE ME HIZO MI HIJO MAYOR CUANDO ÉL ERA CHIQUITO (MICRORRELATO)

BREVE ENTREVISTA QUE ME HIZO MI HIJO MAYOR CUANDO ÉL ERA CHIQUITO
MI HIJO: ¿Por qué escribes, papá?
PADRE: Pues escribo por culpa de los Reyes Magos. Yo les pedía todos los años lo que más deseaba en el mundo: un tren eléctrico, con sus raíles, sus puentes, sus estaciones, sus cambios de vías y sus jefes de estación. Pero los Reyes Magos eran unos clasistas. A los niños que tenían padres ricos les dejaban esos trenes que yo tanto anhelaba. A mí, por ser hijo de padres pobres, los Reyes Magos lo único que me dejaban era un bolígrafo y una libretita de anillas. Total, como lo mejor que yo sabía hacer con un bolígrafo y una libreta era escribir, pues he salido humilde escritor cuando mi mayor sueño era ser un importante maquinista de tren.
Mi hijo esbozó esa chispeante sonrisa, en sus ojos verdinegros, que ha heredado de sus padres. Y que cuando la veo me enternezco y pienso en lo maravillosa que es la paternidad.
MI HIJO: ¿Cuál es tu manera de entender la literatura, papá?
PADRE: La literatura es una transmisión escrita de sentimientos, de complicidad, de comprensión y de conocimientos. La  literatura útil nos hace mejores personas, nos hermana, nos invita a compartir los sueños del escritor despertando nuestros propios sueños.
MI HIJO: Papá, ¿cómo te surge una novela?
PADRE: Me surge de una imagen, de una idea, de un recuerdo, de una frase que me impacta. Después hay que darle trabajo a la mente y al trasero, ese gran sufridor que desarrolla callosidades debido a la gran cantidad de horas que ha de soportar permanecer anclado sobre un duro asiento.
MI HIJO: Papá, ¿cuál es tu forma de contar historias?
PADRE: Realista, fantasiosa y, cuando las musas, risueñas, me besan: gracioso, diver-tido, conmovedor.
MI HIJO: Papá, conozco lo que es gracioso y divertido, te hace sonreír, carcajear. ¿Qué es conmover y cómo sabes tú si conmueves?
PADRE: Conmoverse es sentir que una emoción te penetra tan profundo en el alma que te entran unas ganas irresistibles de reír o llorar y, por un momento, entiendes para qué has venido al mundo.
MI HIJO: Papá, ¿cómo sabes que algo de lo que estás escribiendo es conmovedor?
PADRE: Pues lo sé porque siento que penetro en un mar de ensueño, un mar mágico donde las olas me acarician con ternura y en lo alto de sus crestas navegan flores preciosas y la brisa desprende deliciosas fragancias y el cielo cae sobre mí y me viste con un traje azul tan elegante que las gaviotas me lo envidian.
MI HIJO: Eso que has dicho es muy loco, papá.
PADRE: Cierto. Todo lo que acabo de decirte se resume en lo siguiente: Yo siento emoción, me conmuevo y se me llena de ternura el corazón cuando tú me abrazas.
MI HIJO: Papá, esto último que has dicho si lo entiendo muy bien, pues yo siento lo mismo cuando me abrazas tú.
Mi hijo y yo nos abrazamos y, conmovidos sentimos el cálido, dulce y perfumado brote de unas lágrimas de amor y felicidad.