¿POR QUÉ SE SENTÍA TAN DESDICHADO EL POETA? (MICRORRELATO)


(Copyright Andrés Fornells)
Cuando Manuel entró en la casa de Pablo, su mejor amigo, lo encontró con los ojos hinchados de haber llorado durante horas.
—¿Por qué estuviste llorando, mi buen amigo? —le preguntó, como si no lo supiera.
—Estuve llorando y voy a empezar a llorar otra vez más porque soy tan desdichado que me quisiera morir. Me siento como el barco al que han dejado sin mar; como el avión al que han dejado sin aire, como el cielo al que han robado su color azul, como la noche a la que han dejado sin estrellas y como el caminante al que le han borrado todos los caminos…
—Escucha, amargado, acabo de hablar con Lucía y me ha dicho que quiere hacer las paces contigo.
—¿Qué…?
—Que tu novia quiere hacer las paces contigo porque no puede vivir sin ti.
—¿De veras? ¿No me engañas, Manuel? —la esperanza y la alegría embelleciendo de nuevo el pálido, poético rostro de Pablo.
—Tu novia está afuera, en la puerta, esperando tu decisión.
—¡Dios de los cielos, retiro todo lo dicho! ¡No la hago esperar ni un segundo!
El poeta de un salto se puse de pie y salió corriendo como una exhalación en busca de la felicidad que había creído perdida.
Y colorín, colorado…