YO TENÍA PROBLEMAS DE INEXPERIENCIA (MICRORRELATO)

pareja-abrazada
La gente temeraria e inexperta suele menospreciar, quitar a la experiencia la enorme, necesaria, imprescindible importancia que tiene.
Cuando yo era un adolescente apasionado, que tenía sueños muy sensuales, y durante los mismos se me rendían todas las hembras cuya hermosura deslumbraba mis ojos, encendía mis sentidos y me destrozaba el pecho en anhelantes suspiros, mis relaciones con las féminas me duraban poco, pues yo desconocía la fórmula que permite conseguir relaciones duraderas.
Un día, hablando de este asunto que me causaba frustración en lo moral y angustiante dolor en el corazón, mi hermano mayor me transmitió su experiencia. Y a partir de ese momento, mis relaciones con las muchachas se me hicieron, en algunos casos, incluso excesivamente duraderas.
La experiencia que me transmitió mi hermano fue: mirar a una mujer con ojos maravillados como si fuese una diosa única, respetarla con extremada galantería, amarla con sincera pasión y decirle a todo cuanto ella quería: “Sí, cariño, será como tú deseas, yo vivo única y exclusivamente para hacerte feliz”.