Enseñanzas de un shifu (maestro shaolin) a uno de sus alumnos

ENSEÑANZAS DE UN SHIFU (MAESTRO SHAOLIN) A UNO DE SUS ALUMNOS

-La meditación es un ejercicio de la máxima importancia. Ofrece un calmado equilibrio para el estrés producido por la vida moderna. También proporciona el eje vertical para ponernos en contacto con nuestra propia divinidad. Meditar es ir al encuentro de la naturaleza interior. Al quedarnos quietos y en silencio, meditando, asumimos que si no encontramos aquí y ahora lo que andamos buscando tampoco lo vamos a encontrar fuera. Meditar es observar y comprender la naturaleza de la mente, conocer a fondo su funcionamiento y sus mecanismos. No existe ciencia ni investigación mayor que la que lleva a cabo el iniciado tratando de comprender su propia mente. Para hablar de los orígenes del zen es necesario hablar antes de los orígenes del budismo chino. Su objetivo es desarrollar la felicidad hasta su máxima expresión. La existencia de las cuatro nobles verdades: la verdad de la existencia del sufrimiento; la verdad de que el sufrimiento tiene una causa, el deseo; la verdad de que si eliminamos esa causa se elimina el sufrimiento, y la verdad de que para eliminar esa causa hay que seguir el noble sendero óctuple. El noble sendero óctuple consta de una recta visión del entendimiento, recto pensamiento, recta palabra, recta acción, recto modo de subsistencia, recto esfuerzo, recta atención, recta concentración. La lectura de los sutras te ayudará. Aprenderás a entender mejor los planteamientos de la práctica que sigue cada cual, a encontrar guías para el camino que, con el tiempo, se vuelven muy importantes. Son, además, fuentes de consuelo e inspiración, especialmente los sutras del corazón y del diamante. Cuando odiamos percibimos al otro como un ser totalmente ajeno a nosotros; en cambio, cuando le queremos le percibimos como si fuera parte de nosotros. En algún rincón de tu alma hay almacenado un universo de odio. Deberías procurar, cuando intente subir a flote, ahogarlo para que no lo consiga.