ASESINAN NUESTRAS TRADICIONES, NUESTRAS CREENCIAS…Y SE LO PERMITIMOS (HISTORIA)
Las Navidades ya son, prácticamente, solo un evento comercial, consumista, de vergonzosa hipocresía, de mamarrachada colectiva.
Los que odian las idiosincrasias de los pueblos, esas idiosincrasias que los hacían especiales, diferentes, auténticos, que unían a familias, conocidos y amigos, han conseguido nuestros enemigos, en gran medida destruirlas.
Están borrando a Dios de todas partes, tanto en símbolos como en creencias, por el ateísmo, laicismo y, en muchos casos por la estupidez y la grosería absolutas. Han conseguido que los cristianos, asustados, acomplejados, regresen a las catacumbas a esconderse o que, por miedo, hagan como san Pedro y nieguen a su Dios.
Algunos, descreídos odian la Navidad que celebraban y respetaban sus ancestros, hasta el punto de llamarla, ahora, únicamente solsticio de invierno o simplemente fiesta.
Y algunos atemorizados cristianos no se atreven a poner belenes porque no falta algún puerco incivilizado que se los ensucia o destruye. Estos cristianos fáciles de asustar están muy lejos de parecerse a aquellos otros creyentes que, en el Coliseo romano cantaban alabanzas al Todopoderoso mientras los mataban y devoraban los leones. Ahora callan porque les tienen miedo a los leones humanos que los atacan, feroz, salvaje, despiadadamente.
¿Cuándo aceptarán los que se creen más sabios, incrédulos y poderosos que nadie, que otros tienen todos los derechos, como seres humanos que son, a que se respeten sus creencias, sus símbolos y su libertad? Se está convirtiendo en urgente, necesario, imprescindible, que los genes aborregados, acomplejados y traidores que han penetrado en tantos cuerpos humanos actuales muten y vuelvan a ser los sabios, admirables y heroicos seres que conquistaron gran parte del mundo con su valor y su cultura.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!!!
(Copyright Andrés Fornells)