UNA NIÑA Y UN NIÑO (cuento infantil)

UNA NIÑA Y UN NIÑO (cuento infantil)

Yo era muy niño entonces. Llevaba pantaloncitos cortos, zapatitos con punteras estropedas por darles puntapies a las piedras, pues soñaba con llegar a ser un gran futbolista. Una mañana salí a la calle y la decubrí. Quedé deslumbrado nada más verla. Era la niña más bonita que yo había visto en toda mi corta vida. Me enamoré, inmediatamente, de ella. Y al instante la imaginación se me desbordó. Una imaginación  bien alimentada por  numerosos cómics y dibujos animados . Esa imaginación mía me permitió descubrir, había delante de la niña bonita un monstruoso dragón con sus enormes, horribles fauaces  abiertas dispuesto a tragársela. <<Tengo que salvar a la princesita aunque muera en el empeño>>, decidí. Y enseguida la magia de la fantasía puso una brillante, mortífera espada en mi mano y corrí hacia la chiquilla gritando:

–¡Tranquila, princesita! ¡Yo te salvaré del terrible dragón!

Ataqué con todas mis fuerzas a la espantosa fiera, que sólo existía para mí. Me agaché para esquivar la llamarada que me lanzó su bocaza y comencé a darle tajos y más tajos por todo su colosal cuerpo cubierto por brillantes escamas conseguí finalmentematarlo. Entonces, jadeante, triunfador, le dije a la niña, que por cierto tenía los cabellos dorados como el oro, otra cosa más que me encantó de ella:

–Acabé con la espantosa fiera. Estas salvada, princesita.

Y devolví el arma que solo existía en mi inventiva, a una funda inventada también.  La niña bonita, en vez de mostrar la admiración que por mi extraordinaria hazaña creía yo merecer, esbozó un mohín despectivo y dijo antes de escapar huyendo de mí:

–Eres un niño muy raro. Me das miedo.

A mí me entraron unas enormes ganas de llorar. Y lloré mi primera gran decepción como héroe. Me había jugado la vida por aquella niña bonita, y de ella había conseguido únicamente asustarla.