A UNA DIOSA (Microrrelato)
A UNA DIOSA
Eres tan inalcanzable para mí,
que me conformo con que me recuerdes
al quitarte cada noche los zapatos,
por aquella vez que te descalzaste,
di un masaje a tus pies cansados
A UNA DIOSA
Eres tan inalcanzable para mí,
que me conformo con que me recuerdes
al quitarte cada noche los zapatos,
por aquella vez que te descalzaste,
di un masaje a tus pies cansados
El abuelo Cosme era un hombre muy arraigado a las tradiciones que le habían inculcado en su niñez. Al abuelo Cosme le removía las tripas observar que el ayuntamiento de su ciudad en vez de las luces con motivos navideños, que él había conocido toda su vida, y que eran
Esta historia tuvo lugar en Norteamérica en aquella época lejana en la que en este país abundaban los ganaderos, los vaqueros, los tenderos, los pistoleros, las mujeres decentes, las mujeres no decentes, los pobres indios y los suicidas sheriffs. En un pequeño pueblo de Arizona cuyo nombre borró el viento
Un estudio publicado por los Archivos de Comportamiento Sexual de la Academia Internacional de Investigación sobre Sexo, afirma que los hombres solamente necesitan 8, 2 segundos para ser «flechados» por una mujer. Y precisó que si en un primer encuentro el hombre fija la vista en la mujer 4, 5
Desde dos ciudades separadas por varios miles de kilómetros, dos jóvenes pertenecientes a familias acomodadas conversan empleando sus teléfonos móviles. —Truchi, en ese selfi que me has enviado estás monísima toda de blanco y con ese pañuelito rojo alrededor del cuello. —Sí, ¡guau! Esos dos colores me han favorecido siempre,