MAUI, DIOS POLINESIO DEL MAR (LEYENDA)
Este dios de la mitología polinesia, a pesar de lo pequeño de estatura que al parecer fue, no temía a nada ni a nadie. Estaba dotado de poderes mágicos y los aproximadamente veinte relatos que se escribieron sobre sus hazañas, demuestran que fue ingenioso, mujeriego y valiente.
Cuando él nació, Taranga, su madre, lo envolvió con un mechón de sus cabellos y lo arrojo al mar porque le había nacido prematuro (ese pueblo, en la antigüedad, tenía algunas costumbres que nosotros consideramos muy bárbaras). Pero sucedió que un antepasado, a Maui lo sacó del mar, lo regresó a tierra y a su familia. Su madre aceptó este prodigio y lo llamó Maui tiki tiki a Taranga, que significaba: Maui formado en el moño más alto de Taranga.
Según la leyenda, la hazaña más conocida de Maui fue la creación de las islas del Pacífico en las que actualmente viven los polinesios. Islas que pescó del fondo del mar con la ayuda de un anzuelo mágico. Según los maoríes de Nueva Zelanda, Maui atrapó el sol con un nudo corredizo y lo golpeó con su arma invencible: el maxilar de un antepasado femenino. A consecuencias de la brutal paliza, el sol quedó tan débil que sólo pudo arrastrarse por su curso, prolongando por este motivo la duración del día.
Los habitantes de Tonga afirman que a veces el cielo está oscuro porque Maui empleó un atizador para elevarlo. Mientras Maui preparaba un horno en la tierra, el atizador se le enganchó en el cielo, que por aquel entonces estaba muchísimo más bajo que en el presente, y, con el propósito de disponer de más espacio para trabajar con comodidad, este increíble héroe se limitó a apartar el cielo para que no lo estorbase.
Los hawaianos creen que Maui pretendía con esta hazaña impresionar a una mujer que deseaba conquistar. Las mujeres lo fascinaban, y su madre lo ayudó a conquistar a varias de ellas, en numerosos ocasiones. Los habitantes del archipiélago de Tuamotu afirman que sin la decisiva ayuda materna, Maui no habría tratado de satisfacer los deseos ilimitados de Hina, esposa de la monstruosa anguila Te Tuna.
Al principio Te Tuna ignoró esta relación, pero finalmente las murmuraciones de las demás divinidades desencadenaron su ira y lo llevaron a desafiar a Maui. Y los dos se enfrentaron en la playa y bajo una tormenta torrencial. Y mientras estallaban los relámpagos y retumbaban los truenos, Maui y Te Tuna compararon el tamaño de sus falos. Ganó Maui, e Hina cambió de amante sin tener la menor duda. Más tarde Te Tuna intentó recuperar, por la fuerza, a su esposa, pero el héroe conquistador lo destruyó con su magia que era superior a la de Te Tuna. Los habitantes de Tuamotu sostienen que el primer cocotero en su tierra brotó de la cabeza enterrada de Te Tuna.
Los dos relatos más populares sobre Maui cuentan grandes delitos cometidas por él. En uno de estos relatos se cuenta que robó de los cielos una gallina celestial para conseguir el secreto del fuego que ella guardaba. En el otro relato Maui intentó derrotar Hine-nui-te-po, diosa de la muerte aprovechando que la encontró dormida. Pero no pudo conseguirlo porque el canto de las aves despertó a la diosa, que apretó el cuerpo de este legendario héroe hasta conseguir matarlo. Los hawaianos afirman que la sangre de Maui dio el color que poseen los camarones y también dio colores al arco iris.
(Copyright Andrés Fornells)