ZOMBI (Minisucesos jocosos)
ZOMBI
Anoche estuve de juerga hasta las tantas y al despertar esta mañana no supe más si continuaba siendo humano. Fui, tambaleante, al cuarto de baño, me miré en el espejo del lavabo y… ¡lo que vi reflejado en el cristal azogado no era más yo sino la imagen inconfundible de un zombi! Recordé el libro de Kafka “Metamorfosis” y consideré que podía servirme de consuelo el hecho de que era mucho mejor ser zombi que ser cucaracha. Teniendo en cuanta, claro, la circunstancia de que siendo zombi corres menos peligro a que te pisen que siendo cucaracha.
Me tragué medio litro de zumo de tomate y después de superar algunas arcadas, hice el pino para conseguir así, boca abajo, recuperar con un buen flujo sanguíneo en la cabeza mi estado natural que, dicho sea de paso, tampoco es para echar las campanas al vuelo, pero si un poco mejor que el de un zombi o una cucaracha, y lo logré.
A los que se vean convertidos en zombis por el abuso etílico de la víspera, les ofrezco el antídoto: mucho zumo de tomate, hacer el pino y pasarse a la cofradía de los abstemios.
