VAMOS A DAR UN PASEO, ABUELITA (RELATO)
VAMOS A DAR UN PASEO, ABUELITA
La niña se detuvo delante del sitio donde se encontraba su abuela y, con inmenso cariño le propuso:
—Abuelita, porfa, vamos a dar un paseo. Me gusta muchísimo pasear contigo.
—No, nena, no quiero salir porque hace mucho frío, y yo me acatarro enseguida.
—Te he traído una bufanda, abuela. La tuya. La de las amapolitas.
—Bueno. En ese caso, vale. Salgo.
La anciana abandonó su nicho, enrolló alrededor de su cuello la bufanda que le había traído su nietecita, con la que se querían muchísimo, y de paseo, cogidas de la mano se fueron las dos.
Un solecito invernal las alumbró y calentó con su dorada sonrisa.
