UNA CHICA BUENA INTERPRETADORA DE SUEÑOS (RELATITO)

UNA CHICA BUENA INTERPRETADORA DE SUEÑOS (RELATITO)

Una chica y un chico acaban de encontrarse en la calle. Este encuentro es fruto de la casualidad, piensa solo él, pues no se habían citado. Se detienen uno delante del otro. Muestran contento y también nerviosismo.

Ella resulta muy atractiva con una blusita que pone en valor sus medianos altivos senos, y una faldita que muestra, al completo, sus bonitas rodillas. Ella lee en la mirada de él que está valorando muy excitadoramente todo lo anterior. Y empieza su juego de coquetería con seductores movimientos de manos, parpadeos algo acelerados, un encandilado brillo en sus ojos y una sonrisa encantadora. Su actitud delata que él le gusta muchísimo.

Él queda subyugado con la mirada de ella. La mirada suya recorre todos los notorios encantos femeninos de ella. La sangre que circula por sus venas ha iniciado unos acelerones que le aumentan la temperatura. Mueve levemente sus labios como si estos estuvieran, anticipadamente, gozando lo que los varones más desean gozar de las hembras. Se retuerce las manos. Mueve las piernas como si fuese a avanzar y acercarse un poco más a ella. Lo frenan la inseguridad y la timidez propia de los hombres muy jóvenes e inexpertos.

Es día festivo y ni la una ni el otro trabajan. Sus miradas se han convertido en hipnóticas. Se acarician con los ojos. Se acarician con las sonrisas. Finalmente juntan sus manos. Se acercan, mutuamente, un poco más.

Él emplea un truco que le enseñó su hermano mayor:

—Conchi, anoche soñé contigo. Soñé que nos encontramos los dos al pie de una enorme catarata.

—¿Y qué hacíamos los dos allí, al pie de una enorme catarata, Nando? —ella, recordando lo que ha aprendido de su hermana mayor.

—Te lo cuento y veamos si tú sabes interpretar el significado de mi sueño. Resulta que tú y yo estamos acostados juntos dentro de una habitación. Esta habitación tiene una ventana y desde ella podemos ver una bellísima catarata.  ¿Qué crees tú que significa este sueño mío?

—Pues creo que lo sé —ella riendo pícaramente—. En mi casa tengo una cama y en la pared frente a ella una fotografía de las Cataratas del Niágara. Y mis padres se han ido este fin de semana y no regresarán hasta el lunes. Y me han dejado toda la casa para mí.

—Conchí, sabes interpretar los sueños mejor que nadie. ¿Quieres que veamos juntos a ver las Cataratas del Niágara que tienes en tu dormitorio?

—Sí quiero, pero antes tú entrarás en una farmacia y conseguirás un par de gomitas.

—No te muevas de aquí que voy y vuelvo en un instante él echando a correr como si quisiera batir un récord de velocidad.

Conchi se ríe por lo bajo. ¡Qué astuta ha sido provocando este encuentro.!  Nacho le gusta a morir y, por fin, va a conseguir que la ame como ella lleva mucho tiempo deseando ser amada.

(Copyright Andrés Fornells)