UN GOURMET BASTANTE ESPECIAL (MICRORRELATO)
UN GOURMET BASTANTE ESPECIAL
Tuve, varios años atrás, un amigo que presumía de no darle asco nada y encontrar placer comiendo cosas que, a otros, les causaba repugnancia. Y me lo demostraba comiéndose, ante mis horrorizados ojos, toda clase de bichos e informándome al tiempo que los engullía, mostrando una expresión de deleite, el sabor que le encontraba a cada uno de ellos.
–Amigo mío esta avispa sabe a piñones, este gusano a bacón frito, esta cucaracha a gamba a la plancha y ahora, para postre, este escarabajo que sabe a manzana.
Quiso el destino que se enamorase de una señorita muy delicada, limpia y tiquismiquis y se le terminó el gozar de sabores exóticos como los llamaba él, pues ella le vio comer una mosca caida en su plato de sopa y estuvo enferma de asco durante una semana entera.
–Por el amor de una mujer, un hombre renuncia a todos los placeres de este mundo, menos al ordinario placer de amarla a ella –me justificó él su radical cambio de gusto alimenticio.