TRINI BUSCA A UN VALENTÍN (MICRORRELATO)
Trini Cazuela estuvo locamente enamorada de Valentín Sotana, su novio, un chico tan fino y guapo que ella era la primera en reconocer que no se lo merecía. Trini Cazuela en un momento de arrebatado amor se hizo tatuar sobre el abultado y turgente pecho, con hermosas letras góticas “Valentín”. Su novio tomó su demostración de loco amor, con una sonrisita remilgada y un comentario que la desorientó:
—Chica, a veces, todo lo que se hace es para nada.
Una semana más tarde, cuando Valentín Sotana huyó con Romualdo Puente, el atlético marido de Encarna la dueña de la Floristería Capullos, entendió las misteriosas palabras de su novio traidor.
A partir del momento en que Trini Cazuela perdió irremediablemente a su bello Valentín Sotana, para aprovechar el notable tatuaje que se había hecho, solo quiso salir con hombres que se llamasen Valentín.
Y finalmente encontró uno que llevaba ese nombre. Era más feo que un sapo reventado y lleno de moscas, pero tenía para Trini Cazuela una cualidad muy del agrado de ella: odiaba a muerte a todos los hombres, incluido su propio padre. Y lo que son los prodigios que suceden en este mundo, Trini Cazuela ama con locura a Valentín Cuasimodo. Que se vayan enterando esos enterados que no creen eso de que el amor es ciego, y que nadie es feo si quieren verlo hermoso los ojos que lo miran.