En un museo, un hombre romántico vio expuesta dentro de un tubito de cristal transparente una lágrima, y al instante se enamoró de la mujer que la había llorado, a pesar de que este hecho tuvo lugar trescientos años atrás. En aquella lágrima ella había depositado su alma, y era
A la Tierra, los desagradecidos terrícolas la consideraban algo a lo que no merecí mucho la pena darle importancia ninguna. La tierra estaba por todas partes y cuya única utilidad, para ellos, era que multiplicaba las semillas que le sembraban. Los terrícolas creían que la Tierra ni sentía ni padecía
La anciana salía de un supermercado. Se ayudaba ella de un bastón que sujetaba su mano derecha, mientras su mano izquierda cargaba una bolsa con la compra que acababa de realizar. Su cuerpo encorvado y su penoso caminar despertaron mi sentimiento de la compasión. Me acoplé a su paso y
Los parques han tenido, siempre para mí, una poderosa atracción. Seguramente porque dentro de las grandes urbes son islas de verdor y se respira menos contaminación. Era día festivo, yo no tenía que ir a trabajar y por eso podía estar paseando por el Parque Central de mi ciudad. A