SEGUÍ UN CONSEJO DE MI PADRE (PIROPO)
SEGUÍ UN CONSEJO DE MI PADRE (PIROPO)
—Margot, mi padre solía aconsejarme: «Querido hijo, posees una sonrisa contagiosa, irresistible. Empleala y conseguiras que las mujeres sonrían y se enamoren de ti». Pues bien, contigo me ha ocurrido que, cuanto más te hago sonreír, más me enamoro yo de ti. Por favor, deja de sonreír durante un momento para que yo pueda separarme de ti y salir a la calle a comprar comida. Estamos a punto de morirnos de hambre los dos.