PODERES PSÍQUICOS ( RELATO )
- (Copyright Andrés Fornells)
- Inocencio Pérez poseía poderes psíquicos y, debido al sueño que había tenido la noche anterior se encontraba aquella mañana sentado en un mojón kilométrico junto a la carretera. Paciente veía pasar vehículos en ambas direcciones sin demostrar interés por ellos. Él estaba esperando un coche que, según había soñado, se detendría delante de él sin responder a gesto alguno por su parte.
Cerca del mediodía, cuando el hambre y la sed comenzaban a molestarle, por fin se paró junro a él un coche. Era pequeño, antiguo y destartalado. La chica que lo conducía tenía los ojos grandes, negros y bonitos. Le dedicó una blanca, simpática sonrisa y le preguntó en tono de broma, pues ellos dos era la primera vez que se veían:
—Hola, ¿llevas mucho tiempo esperando?
—¡Ja, ja, ja! Veintitrés años.
—¡Ja, ja, ja! Bueno, dos años más que yo. ¡Sube!
—¿Por qué tardaste tanto en llegar?
—Verás, por querer darme tanta prisa en reunirme contigo, pasé el límite de velocidad autorizado en esta carretera y en agente de tráfico me detuvo y me puso una multa.
—Me ocuparé yo de pagarla. Oye, eres igualita a como te vi en mi sueño —embelesado él.
—También tú eres igualito a como te vi en el sueño mío —fascinada ella.
—Estupendo. Vamos a ver a mis padres. Les hablé de ti y mueren de ganas de conocerte.
—Y yo muero de ganas de conocerlos a ellos. Vamos. Y mañana te llevaré a que conozcas a mis padres. Les hablé de ti y también mueren de ganas de conocerte. - Él subió al coche. Las miradas de los dos quedaron presas un momento. Brillaba en ellas un amor sublime. Un amor de los que duran eternamente. Se dieron un beso y ella arrancó el coche. Y siguieron por aquella carretera que conducía al país de los amores que duran para siempre.
(Al que no se haya dado cuenta todavía, le revelo que esto es un cuento de hadas)