MULTITUD SUMAN LOS HOMBRES QUE, EQUIVOCADAMENTE, PREFIEREN LAS MUJERES GUAPAS A LAS MUJERES INTELIGENTES

MULTITUD SUMAN LOS HOMBRES QUE, EQUIVOCADAMENTE, PREFIEREN LAS MUJERES GUAPAS A LAS MUJERES INTELIGENTES

Por carecer algunos de ellos del suficiente criterio, son innumerables los hombres que dejan escapar a una mujer inteligente, y escogen para compartir su vida a una tonta hermosa. Por lo general, la tonta hermosa acaba arruinándoles, aburriéndoles, divorciándose y quedándose, gracias a la astuta ayuda de buenos abogados, con el poco patrimonio que todavía le quede a la pareja.
Por el contrario, la mujer inteligente consigue que el hombre que la ama y la respeta (aunque sea más tonto que el que esnifaba caspa confundiéndola con cocaína), triunfe y prospere en la vida. Y, por si esto fuera poco, la mujer inteligente le procurará al amado un entierro ostentoso, vestirá de riguroso luto, y derramará preciosas lágrimas de pena y de cariño por él.
Estoy seguro de que todos los hombres que lean este escrito mío, saldrán corriendo, a tumba abierta, en busca de mujeres inteligentes y, aquel que por pereza vaya en su busca andando, le garantizo que no encontrara ya a ninguna disponible.
Y si a algunos se les ocurre preguntarme por qué yo permanezco sentado y no salgo también disparado como un cohete en busca de una chica inteligente, les tranquilizo diciendo que yo ya encontré hace tiempo a una de ellas. Tomé muy en serio el consejo que a menudo me repetía mi santa madre:
—Hijo, no seas gandul y levántate del sofá. Levántate y corre en busca de una mujer inteligente, que al que madruga Dios le ayuda.