MESSI Y SU GESTO SENTIMENTAL REPETIDO CIENTOS DE VECES (EXPLICACIÓN)

MESSI Y SU GESTO SENTIMENTAL REPETIDO CIENTOS DE VECES (EXPLICACIÓN)

MESSI Y SU GESTO SENTIMENTAL REPETIDO CIENTOS DE VECES

 

(Copyright Andrés Fornells)

Soy uno de tantos millones de aficionados al fútbol que hace todo lo posible por no perderse ninguno de los partidos que juega el genial Leo Messi. Nunca he tenido la oportunidad de tenerlo delante de mí y poder estrechar su mano y agradecerle tantos y tantos momentos mágicos, maravillosos, extraordinarios que he gozado viéndole jugar.

Entre los muchos méritos que adornan a este mago del balón están su nobleza, su honestidad y su humildad. Infinidad de veces le han hecho faltas dentro del área en las que cualquier otro jugador con pocos escrúpulos habría caído o se habría tirado al suelo y conseguido con esa caída penaltis a favor de su equipo. Infinidad de veces hemos visto a otros jugadores realizar gestos fanfarrones por goles que han marcado. Él señala al cielo con sus dos dedos índices y se los dedica a la persona que más pronto creyó en su talento futbolístico y, en su comienzo, le prestó su máxima ayuda: a la madre de su madre.

Lógicamente, este gesto suyo de celebrar los goles despertó mi interés, igual que le habrá ocurrido a millones de seguidores y admiradores de este talentoso deportista. Y pude averiguar que Leo Messi, el mejor jugador de futbol de todos los tiempos, le dedica de ese modo los tantos que marca, a su abuela materna, la señora Celia Olivera Cuccittini, fallecida en 1998, cuando Leo Messi contaba solo 11 años. Esta mujer supo, desde el primer momento que vio a su nieto Leo con un balón en sus pies, que sería un fabuloso jugador y le ayudó todo cuanto pudo, para que su nieto triunfase en aquello que tan feliz lo hacía.

Su abuela llevó a su nietecito Leo Messi al club de fútbol de su barrio. Los chavales que asistían al mismo eran algo mayores que él. El entrenador de ese club le dijo a ella:

—No puedo ponerlo a jugar con los otros muchachitos. Él es muy pequeñito y pueden hacerle daño.

—No se preocupe. Usted dele unas botas, póngalo en la cancha y él le demostrará lo grande que es y lo que es capaz de hacer.

El entrenador le dio la oportunidad de jugar y Leo Messi maravilló a todos con el extraordinario talento que demostró poseía para este deporte.

Su abuela creyó siempre que este nieto suyo era un genio con la pelota en sus pies, lo ayudó a que cumpliera su sueño de llegar a ser un buen futbolista, acompañándolo todo el tiempo a los entrenamientos.

Por ese gran cariño y complicidad que mantuvo con su abuela, en muestra de agradecimiento Leo Messi sigue dedicándole sus goles a doña Cecilia Olivera Cuccittini. Esta señora murió en 1998,  cuando Leo Messi contaba solo once años.

El astro argentino sigue creyendo que su abuela, desde el cielo, les sigue ayudando a él y a su familia.

A Leo Messi y familia, desde este humilde e insignificante blog, mi admiración y mi reconocimiento. ¡Infinitas gracias!

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