ME GUSTA LA GENTE Y ME GUSTA CONTAR COSAS (REFLEXIÓN)

ME GUSTA LA GENTE Y ME GUSTA CONTAR COSAS (REFLEXIÓN)

ME GUSTA LA GENTE Y ME GUSTA CONTAR COSAS

(Copyright Andrés Fornells)

Mis familiares y amigos, comprobando el ridículo, prácticamente nulo provecho que obtengo con mi tarea de escritor, suelen preguntarme, amables o compasivos: ¿Por qué le dedicas tanto tiempo y tanta energía a una tarea que te resulta, en lo económico, tan ruinosa y frustrante?

Y yo les respondo que escribo porque me gusta la gente, porque me despierta curiosidad, interés y ternura. Por eso escribo cosas sobre las personas, sus sentimientos, sus grandezas y también sus miserias. Las personas poseen las inigualables riquezas del amor, el sexo, la pasión, la bondad, la alegría, la tristeza, la vida, la muerte. Tesoros que los hace especiales, únicos, maravillosos. Sí, también existe ruindad, maldad y vileza en ellas; pero esas partes negativas procuro cometer, lo menos posible, la despiadada tarea de airearlas, criticarlas o condenarlas, pues son de su exclusiva propiedad, de su exclusiva privacidad y conciencia.