LOS REMORDIMIENTOS DE MI PRIMO AGUSTÍN (MICRORRELATO)

LOS REMORDIMIENTOS DE MI PRIMO AGUSTÍN (MICRORRELATO)

Por razones, que a saber quién las conoce (yo desde luego que no), las aves nacieron para volar, los peces para nadar y, algunos hombres para engañar.

Mi primo Agustín había nacido conquistador de mujeres, igual que otros nacen tuertos, patizambos o ambidextros.
A las mujeres, a él le bastaba con dedicarles una subyugadora sonrisa o un hermoso halago para que decidieran, al momento, adornarle la frente a sus novios o maridos, si se daba el caso de que los tenían.
Un día, en que lo encontré favorable a la confidencia le pregunté a mi primo Agustín, mientras tomábamos café en un bar:
—Primo, ¿tú no sientes remordimientos cada vez que consigues que una hembra le sea infiel a su hombre?
—Claro. Por supuesto que siento remordimientos —contundente él—. ¿Por qué piensas tú que invito a café a tantos tíos?
Cuando terminamos con las infusiones que estábamos tomando, Agustín se empeñó en pagarlas. Dejé que lo hiciera y, en adelante, vigilé muy de cerca y estrechamente a mi novia, aunque era la chica más fea, virtuosa y modosita de todo nuestro barrio. Y desde luego, nunca más quise tomar café con mi primo Agustín, después de haber conocido lo que esto significaba para él.

(Copyright Andrés Fornells)