LO DIJO ARISTÓTELES

Tengo un amigo al que apodan, por lo gordito que está, Pepe Mantecas. Lo de Pepe le viene por la mojadura católica que le dieron en la pila bautismal, lo de Mantecas es un irrespetuoso mote que le ha puesto gente desconsiderada, por lo bien rellenito que él, corporalmente, está.
Manuel Romero creía firmemente que los sueños tenían mucho que ver con la realidad. Se lo explicaba así a su pacientemente madre que lo escuchaba con la generosa benevolencia maternal que tan generaliza está. —Lo que uno sueña es la realidad envuelta con la fantasía, igual que un regalo va
Si yo pudiera regalaría una flor a todos aquellos que están necesitados de belleza y de inocencia. Si yo pudiera grabaría la palabra paz en el corazón de todos aquellos que dicen amar la guerra. Si yo pudiera recogería todas las penas de este mundo, las enterraría en el pozo
Asunción Perales encargó, encarecidamente, a su hija Luisita vigilase al pequeño Tino, su hermanito de seis años. —Cuida de él no se le ocurra salir a la calle y se moje, que el tiempo está algo loco, pues igual llueve que sale el sol. —Tranquila, mamá, cuidaré de él —dijo