ERROR VISUAL (MICRORRELATO)

Nada más apareció ella delante de mis asombrados ojos, la vi tan bella que sufrí un ataque de embeleso. Ataque de embeleso que se me pasó en cuanto limpié los cristales sucios de mis gafas.

Nada más apareció ella delante de mis asombrados ojos, la vi tan bella que sufrí un ataque de embeleso. Ataque de embeleso que se me pasó en cuanto limpié los cristales sucios de mis gafas.
Micaela, la mamá de Alfonsito se ponía a menudo de los nervios con él. Últimamente, el niño no quería ponerse unos calcetines de color naranja. —¿Pero por qué no quieres ponértelos? Son muy bonitos. Son los más bonitos que tienes. Alfonsito callaba y, obstinado, movía la cabeza en sentido negativo,
En la escalera de los afectos en primer lugar está la familia y, en segundo, los amigos. A la familia se la ama porque lleva nuestra sangre, a los amigos porque nos darían su sangre si falta nos hiciera. En tercer lugar están todas aquellas personas que nos demuestran simpatía,
Todos en la aldea le llamaron loco cuando lo vieron atacar una montaña de 90 metros armado únicamente con un martillo y un cincel oxidado. Pero Dashrath Manjhi no estaba construyendo un camino, estaba ejecutando una venganza contra la geografía que le había arrebatado al amor de su vida. Su
Arturito Mayonesa era un exquisito. Arturito Mayonesa había convertido a Encarna, su madre, en su incondicional esclava. Ella tenía que prepararle las delicias culinarias que él la exigía. La ropa tenía que lavársela y planchársela todos los días. Y como le pareciera que no estaba a su plena satisfacción, él