EN LAS ESTADÍSTICA DE LOS POBRES NO LO CUENTAN (RELATO)

EN LAS ESTADÍSTICA DE LOS POBRES NO LO CUENTAN (RELATO)

EN LAS ESTADÍSTICAS DE LOS POBRES NO LO CUENTAN
(Copyright Andrés Fornells))
A Pancracio Resignación no le importan las subidas del fluido eléctrico. Él vive en un peligroso cuchitril dentro de un edificio abandonado y medio derruido. No tiene luz eléctrica y de noche se alumbra con la claridad que le regalan, gratuitamente, las generosas estrellas entrando por su ventana sin cortina y, cuando lo favorece la luna llena él aprovecha para leer los periódicos que se encuentra por la calle. No le importa mucho lo que ponen, pero sí le procuran una  cierta distracción tantas cosas malas como pasan, tantas mentiras y tantos despilfarros.
Pancracio Resignación tiene por compañero de cama a un gato muy cariñoso y desprendido, que comparte con él ronroneos y pulgas.
Para el sistema consumista y capitalista, Pancracio Resignación es un parásito, una preocupación para el sistema consumista y capitalista pues no encuentra modo de crujirlo a impuestos, ya que él se alimenta con los deshechos que encuentra en los contenedores de basura.
El sistema consumista y capitalista se venga de él no sumándolo en las estadísticas de los pobres de solemnidad. Con esta omisión acalla las conciencias de los capitalistas que se alteran, levemente, cuando leen esas estadísticas sobre los marginados; estadísticas tan infieles como la mujer de aquel César de la antigüedad que, además de cojo, era también cornudo.

Y lo que reviente, además, al sistema consumista y capitalista es que Pancracio Resignación siga siendo, dentro de un mundo en el que ya casi nadie lo es: un hombre libre.