EL PAPÁ QUE FUE A POR UNA RAMITA DE PEREJIL (MICRORRELATO)
EL PAPÁ QUE FUE A POR UNA RAMITA DE PEREJIL
—¡Mami, mami! He visto a papá sin la mascarilla y he descubierto que ha perdido el bigote.
—¡Vaya novedad, nene! Tu padre perdió el bigote hace más de un mes.
—Mami, ¿perdió papá el bigote esa tarde, hace más de un mes, en que tú no estabas y me dijo que iba a casa de nuestra vecina Alfonsina a pedirle una ramita de perejil?
—Conque tu padre fue a casa de nuestra vecina Alfonsina a pedirle una ramita de perejil, ¿eh? ¿Y cuánto tiempo tardó en volver de allí?
—Tres horas, mami. Pero eso no fue lo que me extrañó, sino que volvió sin perejil ninguno y tan cansado y rojo de cara como aquellos dos hombres que subieron por la escalera seis pisos cargados con el piano que heredamos del abuelito Alfonso.
MORALEJA: Cuando peques, procura hacerlo sin testigo ninguno, pues hasta el testigo que más inocente lo consideres puede arruinar el mayor de tus secretos
