EL MAGO DEL SILBIDO (MICRORRELATO)
(Copyright Andrés Fornells)
Pacífico Pérez vivía convencido de que era un hombre normal, un hombre cualquiera, un hombre insignificante y sin ningún don especial, hasta el día que descubrió, yendo por la calle, que en cuanto se ponía a silbar la gente se buscaba para cambiar sonrisas y abrazos. Actualmente los gobiernos de varios países en guerra contratan a Pacífico Pérez cada vez que quieren establecer una tregua o un acuerdo de paz. El problema que se le ha planteado a Pacífico Pérez es que hay tantos países que andan a la gresca, que apenas lo dejan descansar.