EL ÉXITO SE HIZO ESPERAR DEMASIADO (MICRORRELATO)

EL ÉXITO SE HIZO ESPERAR DEMASIADO (MICRORRELATO)

Un escritor escribía afanosa, incansablemente, todos los días sin conseguir nunca el reconocimiento que perseguía y creía merecer. Este desdichado escritor murió de frustración y de tristeza. Nadie, ni siquiera los pocos familiares que tenía le reconoció jamás valía alguna. Decían de él:

—Este loco pariente nuestro que se pasa todos los santos días encerrado en su chabola aporreando su ordenador mientras vive muy pobremente de la miseria que le pagan por la invalidez que le causó en la pierna y la cadera aquel coche que lo atropelló.

--Dejémoslo en paz. Cada cual hace en esta vida lo que Dios le da a entender.

Varios años después de su muerte, una sobrina que había heredado sus manuscritos, llevó uno de ellos a una editorial prestigiosa y el gerente de la misma descubrió que el inválido fallecido era un escritor genial, extraordinario, y que la falta de talento no era suya, sino de todos los mediocres que habían leído sus obras y desde su supina ignorancia no habían sabido valorar las magníficas creaciones de aquel gran escritor que había vivido y muerto en total pobreza y demérito.

Y como ocurre con tanta frecuencia, fueron otros quienes disfrutaron de los beneficios de su extraordinario talento literario no reconocido.

(Copyright Andrés Fornells)