EL BESO QUE INVENTARON LOS ROMANOS ANTIGUOS (CURIOSIDADES)
EL BESO QUE INVENTARON LOS ROMANOS ANTIGUOS
(Copyright Andrés Fornells)
Los romanos de la antigüedad, según investigaciones realizadas por los estudiosos de la historia, contaron con personas altamente inteligentes, belicosas y lujuriosas. Inventaron caminos tan bien trazados y prácticos, que todos llevaban a Roma. Crearon eficaces y astutas estrategias militares; crearon acueductos que llevaban agua de lugares donde la tenían en abundancia, a sitios que carecían por completo de ella. También crearon leyes para que los sinvergüenzas recibieran merecido castigo, Descubrieron la corrupción y, a medias con los griegos, también algunos vicios muy descarados y la concupiscencia entre unos y unas, y unos y unos, y unas y unas. Y encima de todo lo anterior nos dejaron maravillosas obras en todas las artes dignas de merecidísimos elogios y de la más absoluta admiración.
Pues, bien, hoy, por haberme levantado romántico y haberme saludado nada más abrir la ventana de mi dormitorio unos amables pajaritos, un sol radiante, un efluvio de aromas silvestres, y unos bostezos míos que han sonado mejor que un violín Stradivarius, les descubriré, a quienes no los sepan, que los romanos crearon también el beso en la boca.
Cada vez que una romana casada regresaba a casa, tenía la obligación de besar en la boca al marido. Este contacto físico no se realizaba con intención lujuriosa alguna, sino para que el esposo pudiese averiguar que ella no había estado tomando vino, algo que se consideraba falta tan grave en el matrimonio que, en el caso de apestar a tintorro la cónyuge, el consorte estaba autorizado a levantarle la mano y, a otras cosas peores.
Las mujeres que son dadas a besar en la boca a sus maridos, a sus amantes o a quienes les da la real gana (que las hay sin la menor duda, pues yo alguna que otra tengo vista) considerarán una suerte vivir en los tiempos actuales y no en los tiempos de la antigua Roma, pues hoy pueden beber vino y todo tipo de bebidas espiritosas y besar o no besar dependiendo de su deseo carnal en cada momento.