DERROTADOS POR SU PROPIA RELIGIÓN (MICRORRELATO)

DERROTADOS POR SU PROPIA RELIGIÓN (MICRORRELATO)

Por lo que nos cuenta la historia antigua, la religión tuvo en la antigüedad una fuerza, un poder infinitamente mayor que el actual. Echando la mirada atrás quedamos asombrados con el sacrificio que a su religión cristiana ofrecieron sus seguidores en tiempo de los romanos, al preferir la muerte mártir antes que traicionarla. Enfrentándose a esa muerte familias enteras entre rezos y cánticos mientras sucumbían en las fauces de las fieras salvajes o torturados antes que renunciar a sus creencias.

Otro ejemplo de heroicidad cristiana que costó miles de muertes fueron las Cruzadas que enfrentaron a cristianos contra musulmanes, durante años y años.

Hoy me voy a entretener con un hecho más que llamó poderosamente mi atención. En el año 320 a. C. los ejércitos egipcios conducidos por Tolomeo I atacaron a los hebreos en Jerusalén. Escogieron uno de los días santos de los judíos, que es el sábado.

Y ese sábado, los piadosísimos judíos de aquellos tiempos de los faraones rehusaron pelear, ni siquiera en defensa propia, durante ese fatídico sábado; y así, Jerusalén, que había resistido a tan poderosos enemigos como Senaqueirib y Nabucodonosor, con admirable tenacidad, cayó con asombrosa facilidad ante Tolomeo I. No cuenta la historia si el intrépido fundador de la dinastía Ptolemaica atacó en sábado previendo la posible reacción de los exageradamente piadosos israelitas de aquella época, o fue un acto de pura casualidad.

Todo lo contrario a ese hecho bélico, terminado en derrota, ocurrió cuando en 1973, un 6 de octubre, sábado, los israelitas durante la cruenta guerra del Yom Kippur se enfrentaron a Egipto y Siria que unidos lanzaron un ataque sorpresa contra Israel. Esa guerra duró solo 18 días, pues el 24 de octubre terminó con la victoria israelí.

(Copyright Andrés Fornells)

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