¿CONDENAS DE CÁRCEL PARA LOS ROBOTS? (RELATO)

¿CONDENAS DE CÁRCEL PARA LOS ROBOTS? (RELATO)

¡Ay, queridos amigos, la que se nos viene encima! Coches automáticos que circularán sin conductor, trenes sin maquinistas, aviones sin pilotos, motocicletas sin moteros, bicicletas sin ciclistas, etc. Inteligencia Artificial que puede suplantar a cualquiera demostrando incluso mayor inteligencia que el suplantado.
En las industrias punteras un ejército de robots ocupará todos los puestos de trabajo de los obreros. ¿Qué les pasará a esos obreros sin trabajo? ¿Les dará alguien un sueldo? Mucho me temo que en este caso sí aplicarán la sentencia bíblica: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Los parados, que lo estarán por ocupar sus puestos los malditos robots, no sudarán y, por lo tanto, los desalmados compradores de robots seguramente les dirán: “No sudas, no tienen derecho a comer pan. Eso es lo que hay”.
Y debido a lo imprescindibles que serán los robots, cada vez los programarán para que ellos hagan más cosas y queden menos cosas para hacer los trabajadores humanos.
Naturalmente, si los humanos no somos perfectos, los robots fabricados por humanos, tampoco lo serán. Y hay una pregunta que deberíamos hacernos todos: ¿Qué les pasará a esos coches que atropellen y maten a personas, a esos robots que fallen en sus cálculos, en las misiones para las que han sido programados y maten a personas o a otros robots, los meterán en la cárcel por muchos años en perjuicio de sus inventores o de sus explotadores? ¡Eso está por ver!
Tanto si solucionan esto de un modo o de otro, todo apunta a que a los seres humanos les esperan tiempos muy difíciles porque ya han conseguido que un robot supere en rendimiento a diez humanos, no tenga salario, ni seguridad social, ni pensión, ni horario, ni sepa protestar, ni pueda poner o quitar gobiernos.
Total, que uno recuerda aquella famosa obra teatral en que a una persona se lo pusieron tan mal en el mundo en que vivía que decidió, como si fuera montado en un transporte público:
—Yo me bajo en la próxima. Adiós.

Los transportes públicos serán suyos. ¿Harán los robots algún caso a las voces de los humanos a los que considerarán inferiores y prescindibles?

No sé por qué se me ha ocurrido escribir esto, dándome a mí mismo un susto morrocotudo, y cargando con una preocupación tan grande que se me están quitando las ganas de seguir fabricando robots.

(Copyright Andrés Fornells)

Read more