UNA GOTA DE HUMOR (CCCLIII) MICRORRELATO


Una de las primeras cosas de las que me di cuenta, cuando empezaron las chispas del entendimiento a entrar en mi cerebro hasta entonces virginal, fue que la gente mostraba un enorme afán en demostrarme lo muchísimo que sabía y lo poco que, en comparación, sabía yo. A mí esto
En los bares pequeños, los clientes habituales suelen tratarse con genuina confianza y, a menudo existe entre muchos de ellos una sincera amistad y en algunos casos verdadero afecto. Los dueños y los empleados de este tipo de establecimientos se convierten para los parroquianos casi en miembros de su familia,
Matías Morales enviaba continuamente sus libros a distintas editoriales y todas se los rechazaban. Unas pocas de ellas, dirigidas por editores comprensivos y educados, le devolvían los ejemplares acompañados de unas líneas amables explicándole que la temática de su obra no entraba dentro de su línea editorial o que tenían
Mi venida a este mundo, así me lo contaron mis bondadosos y honestos padres, fue un logro conseguido gracias a que ellos lo trabajaron con entusiasmo, incansable constancia, embelesado amor y que fue recompensado con un merecido placer. Mis padres eran unos modestos obreros. Tan modestos obreros eran que con