¿TE SALIÓ A TI MUY CARO EL DIVORCIO? (MICRORRELATO)

(Copyright Andrés Fornells)

Dos amigos coincidieron en la marquesina de una parada de autobús. Se saludaron amistosamente. Los dos llevaban un paraguas en la mano Había sido anunciada lluvia y en el cielo no cabía una nube negra más. Uno de ellos, tras examinar la preocupada expresión que mostraba el rostro del otro comentó, buscando su confidencia:
—He sabido por tu compadre Aurelio, que tu mujer te ha pedido el divorcio. ¿Qué ha pasado entre vosotros? Se os veía siempre tan bien avenidos y tan enamorados.
—Una chuminada. Ha ocurrido que ella no me ha creído cuando le dije que la relación que mantengo con Encarnita Gómez es solo platónica.
—¿Y por qué crees tú que tu mujer no te ha creído?
—Por nada. Por un detalle sin importancia: nos encontró a los dos desnudos en la cama y se puso inmediatamente a imaginar cosas.
—Desde luego, a tu mujer imaginación no le falta.
—¡Qué buen amigo eres! Eso que tú acabas de decir le dije yo a ella.
—Y no te creyó.
—En absoluto.
—Evidentemente a tu mujer le sobra imaginación y le falta credulidad.
—Sin duda alguna. ¿Te salió a ti muy caro el divorcio con tu mujer?
—Carísimo. Se quedó ella con la mitad de todo lo mío.
—¡Adiós! —le entraron todas las prisas del mundo a su amigo.
—¿A dónde vas corriendo, hombre? Tomate un café conmigo.
—¡No puedo perder un minuto! Voy a hacer lo imposible por reconciliarme con mi mujer.
Mientras atravesaba la calle atestada de tráfico, al que corría a punto estuvieron de atropellarlo. Su amigo murmuró para sí:
—¡Que atolondrado es el tío! No me ha dado tiempo a decirle que en realidad mi mujer no se quedó con nada mío porque yo nada mío tenía.