DÍA DE LAS ENFERMEDADES (MICRORRELATO)

(Copyright Andrés Fornells)
Jesús Salinas era un hombre solitario, humilde y estudioso. Trabajaba en un laboratorio donde había creado chepa debido a tantas y tantas horas empleadas trabajando encorvado observando los tubos de ensayo, en el microscopio, y en los continuos apuntes de las pruebas que llevaba a cabo y que, por los innumerables fracasos en la meta que perseguía, se veía obligado a repetir continuamente sin entregarse nunca al desaliento, a la rendición.
Jesús Salinas descubrió, gracias a todos sus extraordinarios esfuerzos, constancia y sacrificios, la cura para una de las enfermedades que más muertes causaban a los seres humanos. Con el invento suyo la prestigiosa y rica multinacional para la que él trabajaba ganó una ingente cantidad de millones, mientras el recibía un salario de vergüenza, por lo reducido que era.
Jesús Salinas no se quejaba, solo cuando se sinceraba con las personas que le eran próximas exponía justificadamente:
—Es difícil de entender que le den tanto mérito a patear una pelota, a golpear una bola con una raqueta o, a meter dentro de un agujero una bola golpeada con un palo. A nadie quiero quitar méritos, pero yo interpreto, desde mi humilde punto de vista, que vivimos en una sociedad totalmente injusta y bastante falta de sensatez.