LA REPARACIÓN MÁS URGENTE (MICRORRELATO)

a-reparacion-necesaria
Cuando el hombre respondió a la pregunta que le hizo una voz femenina por medio del portero automático, que él era el fontanero cuyos servicios habían sido previamente requeridos por teléfono, la puerta de entrada al bloque de lujosos apartamentos se abrió. Y una vez llegado él delante de la puerta del quinto “A” pulsó el timbre, también esta puerta le fue abierta automáticamente y, la misma voz femenina, desde el interior del salón, le dijo:
—Pase.
Y el obrero pasó a esta estancia encontrándose a la dueña de la casa tendida en el sofá, en actitud indolente, viendo la televisión. Sobre la mesa baja del tresillo tenía una caja de bombones de la que acababa de coger uno. Se trataba de una mujer joven, hermosa y sensual. Un elegante y exótico vestido envolvía su escultural cuerpo. Al fijarse en el atractivo y atlético joven con mono azul que acababa de llegar, sus grandes ojos verdes adquirieron un brillo sensual y su boca pulposa la entreabrió una sonrisa pecadora. El fontanero, sintiéndose inmediatamente atraído por los notables encantos que ella atesoraba, dijo con voz seductora:
—Señora, permítame decirla que hay más luz en sus ojos que desprende el radiante del sol que recién dejé en la calle.
—Vaya. Eso que me ha dicho es bonito —apreció ella, provocadora, pasándose voluptuosamente una mano por sus altivos senos—. ¿Tiene usted algún otro oficio aparte del de fontanero?
—Sí, señora, el oficio de alegrarle la vida a las damas que lo necesitan —lanzado él.
—Perfecto. Yo soy una dama que necesita le alegren la vida.
—Lo supe nada más verla. ¿Le alegro la vida aquí mismo o en el dormitorio? —ansiosamente servicial.
—¿Dónde crees tú que podrás alegrármela mejor?
—Yo prefiero una buena cama a todo lo demás.
—Coincidimos —levantándose ella del sofá, cambiada su languidez por entusiasmo.
La necesidad apremia a quienes la sufren.

Read more