ATAQUE, RIQUEZA, AMOR Y MUERTE (LIBROS)
ATAQUE
El sifu Kenzo caminaba por una céntrica avenida. De pronto, su siempre alerta sexto sentido le advirtió de que un peligro se cernía sobre él. Inmediatamente todos sus sentidos se activaron al máximo. Percibió detrás de él, a muy corta distancia, el levísimo sonido que hacía una mano cerrándose. Actuó con extraordinaria velocidad. Realizó medio giro y su mano izquierda, convertida en un cepo de hierro, se cerró y detuvo el golpe mortal que pretendía asentarle, a traición, en la nuca, la mano de un experto en artes marciales. Aprovechando la fracción de segundo en que la sorpresa inmovilizó a su agresor, Kenzo lanzó, veloz como un relámpago y con la contundencia de un martillo, sus nudillos contra la frente de su agresor, que cayó al instante fulminado al suelo.
Todo ocurrió con tanta celeridad que lo único que vieron las personas cercanas a ellos dos fue como un hombre caía al suelo. Varias personas se acercaron deseosas de saber que le había ocurrido al caído.
El sifu Kenzo, alejándose ya del lugar, llamó a un hospital pidiendo una ambulancia para un hombre accidentado y dio el nombre de la avenida donde estaba y la boca de metro más cercana al inconsciente ciudadano.