ALGUNAS MADRES SABEN MUY BIEN LO QUE MÁS LES CONVIENE A SUS HIJOS (MICRORRELATO)

ALGUNAS MADRES SABEN MUY BIEN LO QUE MÁS LES CONVIENE A SUS HIJOS
Cuando le dije a mi madre que me había enamorado de una chica llamada Julita, ella se puso muy seria y me desconcertó con una pregunta:
—¿Por qué te has enamorado de esa chica, hijo?
Ni siquiera tuve que pensarme la impulsiva respuesta que le di:
—Porque es muy guapa y está muy buena, mamá.
—Si esa es la razón que esgrimes, podrías enamorarte varias veces al día de chicas diferentes.
Reflexioné sobre lo que ella acababa de exponerme y no encontré tuviese Julita nada que la diferenciase de muchas otras chicas. Cuando Julita me llamó por teléfono pidiéndome que la invitase al cine, le dije:
—Lo siento, pero tengo paperas y no quiero contagiártelas. Imagínate lo fea que estarías con toda tu cara hinchada.
Julita no me llamó nunca más y empezó a salir con Agustín que no tenía una madre tan sabia como la mía. Julita y Agustín se casaron. Me enteré de que, por haberse seducido mutuamente por el aspecto físico, antes de transcurridos diez meses de su unión se separaron encontrando motivo justificado para ello en una mutua infidelidad.
Creo que tomando en consideración lo anterior, he hecho muy bien encargando a mi madre me busque ella una novia. Una madre siempre sabe lo que más le conviene a su hijo. Es lo más acertado cuando, como es mi caso, uno piensa más con la cabeza de abajo, que con la cabeza de arriba.