LA MALDICIÓN DEL RAYO (MICRORRELATO)

Microrrelato 20 de feb. de 2022


LA MALDICIÓN DEL RAYO
Alfonsina Martos se quedó viuda de la forma más tonta que pueda uno imaginarse. Formaba con Lucio una pareja bien avenida. Los dos tenían un buen empleo. Gracias a ello vivían sin pasar estrecheces.
Un ajuste de plantilla la dejó a ella en el paro. Esta circunstancia motivaba que diese continuas muestras de malhumor. Un día ella se enfadó por un hecho baladí. Estaba lloviendo. Él llegó de la calle, no restregó su calzado en la alfombrilla de la puerta, mojó el suelo, ella perdió los estribos más que otras veces y le gritó:
—¡Eres un guarro, no te partiera un rayo!
Por la puerta que él mantenía todavía abierta entró un rayo y lo dejó inmediatamente carbonizado.
Alfonsina Martos vivió el resto de su vida maldiciendo con toda su alma a los rayos obedientes.

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