ESE AMIGO SIEMPRE FIEL (MICRORRELATO)
(Copyright Andrés Fornells)
Comparando cifras económicas del pasado con las cifras económicas actuales, esas personas que se arrogan el título de saber medirlo todo, nos aseguran que vivimos mejor que nunca. No poseo los conocimientos ni los medios para poder demostrar si están en lo cierto o, si están equivocados. Pero sí estoy capacitado para constatar todos los días que nos están recortando las libertades y nos están crujiendo a impuestos hasta el punto de que vivimos tan agobiados que apenas disfrutamos de poseer cosas tan maravillosas como tener buena salud y gozar las ambrosias de unos modestos alimentos diarios.
Y en este momento en que estoy en el monte, respirando aire algo más limpio que el de la ciudad, sentado y protegido del abrasante sol por la tupida copa de un pino, soy presa de la depresión que me causan las facturas por pagar, los agobiantes impuestos conque nos aplasta el Estado y el incierto futuro de las pensiones, siento unos lengüetazos en la mano que tengo apoyada en el suelo. “Troyano”, mi perro, se ha dado cuenta de que estoy sufriendo uno de mis baches sombríos y me está diciendo que, para alegrarme el día y mostrarme su inmenso cariño está él. Giro la cabeza y lo miro. Y él comienzo a jadear, a hacer muecas graciosas y a mover su cola a la velocidad de un ventilador. Y le digo con una mezcla de emoción y ternura:
—Sí, mi querido “Troyano”, vale la pena vivir para poder tener amigos tan magníficos como tú.