UNA RELACION A PRUEBA (MICRORRELATO)

—Merceditas, creo que deberíamos casarnos.
—¡Maldita sea has tardado veinte años en pedírmelo!
—Es que te he estado estudiando todo este tiempo, teniendo a prueba, y por fin he llegado al convencimiento de que eres la mujer que me conviene.
—¿Pues sabes qué te digo? Te digo que yo también te he estado estudiando, teniendo a prueba durante todo ese tiempo y he llegado a la conclusión de que tú no me convienes en absoluto.
—¡Vaya! ¿Y qué hacemos ahora?
—Yo quedarme en esta casa, que es mía, y tú hacer la maleta y marcharte para siempre, descerebrado.