FELIZ SABADO (MICRORRELATO)

No basta que alguien te desee que seas feliz, para que tú lo seas; pero a veces los deseos se comparten y, lo que parecía ser nada se transforma en algo y si el algo prospera termina siendo mucho. O muchísimo. Pensemos en una caña. Puede servir para dar un cañazo a un antipático, o para abriéndole algunos agujeros crear una orquesta que nos hermane a cuantos la escuchemos con oídos melómanos y nos miremos con ojos solidarios. En fin, sin enrollarme más, Feliz Sábado.

Read more