"EL MISTERIO FEMENINO" ESTÁ DEJANDO DE SERLO (MICRORRELATO)

Reconozco humildemente que, de cualuier cosa que yo pretenda hablar, hay mil y ciento que saben más de lo que sé yo. Pero hoy, escapando de mi habitual discreción, me ha dado por exponer una opinión que, por ser mía, valdrá muy poquito. 
Yo llamé siempre misterio femenino a toda la parte que de su voluptuso, bello y excitante cuerpo mantenían oculto las féminas.  Mientras ellas lo mantuvieron escondido, los hombre podían desarrollar su imaginación y dependiendo de lo atrevida que esta imaginación fuese, excitarse más o menos. Este misterio femenino fue mantenido, más o menos fielmente por las mujeres durante varios siglos en que los humanos de ambos sexos, por razones de abrigo, cubrieron sus cuerpos con pieles y otros materiales. Pero en cierto momento de la historia de la humanidad, las mujeres adquirieron la convicción de que si ellas mostraban un poco más de su misterio femenino despertaban en los hombres el deseo carnal que se traduuciría para ellas en conseguir un compañero que la ayudase a construir un hogar y a tener unos hijos.
Todo fue funcionando más o menos como las mujeres esperaban y deseaban hasta que alguien que tenía que ver con la moda y que, segun mi parecer era un misogino, las convencio de que la minifalda era sexi y, además altamente feminista. Al principio unas pocas mujeres lo creyeron así y, porque la moda tiene un mucho de locura, pronto todas menos las piadosas y las que se creían poco atractivas vistieron minifalda. Y entonces, las portadoras de tan escasa cantidad de tejido  si se inclinaba a recoger algo del suelo, o se exponía a una ráfaga de viento, dejaban expuesto casi todo lo más secreto de su misterior femenino.  
Las consecuencias de todo esto son que un hombre mira a una mujer y no ejerce más su imaginación y ya sabe como es el mistrio femenino y piensa en conseguirlo sin pagar el preció de una union familiar y unos hijos compartidos. ¿Es esto bueno o malo para la mujer y para el hombre? Mi inteligencia no me alcanzs para dar una respuesta fiable. Por lo tanto voy a imitar a un amigo mío que practica una filosofia muy cómoda:
«Lo menos complicado que existe para una persona que huye de complicaciones, es vivir sin pensar».