UN NIÑO MUY CRÉDULO (MICRORRELATO)

NIÑO muy credulo

 

Al ratito de haberle dicho su madre, con imprudente buen propósito, que cuando se desea algo con todas nuestras fuerzas es posible conseguirlo, el niño sentado delante de su pequeño escritorio de plástico cerró los ojos y deseó con todas sus fuerzas:
—Quiero que aparezca ahora mismo una mariposa muy bonita.
Abrió los ojos y quedó maravillado por lo que acababa de conseguir. Una mariposa muy bonita justo entró en aquel momento por la abierta ventana de su cuarto.
—¡Oh, es verdad lo que me dijo mamá! —exclamó encantado.
Estuvo contemplando con ojos brillantes de ilusión el torpe vuelo del pequeño lepidóptero hasta que éste logró salir por el mismo sitio que había entrado.
—¡Oh, qué bueno es lo que me ha dicho mamá! Deseo con todas mis fuerzas que aparezcan diez euros para poder ir al cine a ver El Mago de los Pasteles —entusiasmado el pequeño.
Su madre, pasó en aquel momento por delante de la puerta del cuarto de su hijo,  escuchó la petición suya, y no siendo capaz de desilusionarlo rectificando cuanto le había dicho anteriormente, entró en su cuarto y le propuso: 
—Coge el abrigo que te voy a llevar al cine a ver esa película de dibujos animados que tanto te gustaría ver: El Mago de los Pasteles. Y con respecto a lo de que si deseas algo con todas tus fuerzas lo consigues, solo sucede una o dos veces en toda la vida. 
—Pero acaba de ocurrirme dos veces, mamá —argumentó el niño.
—bien, pues no esperes que suceda ya más veces. Tenlo bien presente. 
Llegados al cine el niño pidió a su madre una bolsa de palomitas, y ella se la compró. Fue ésta la última vez que a él le funcionó ver cumplidos sus deseos. Y hasta pasados algunos años, el niño convertido ya en adolescente, no entendió que algo tan estupendo como coneguir cosas con solo desearlas con todas las fuerzas, no servía de mucho, pues para logarlas habia que trabajar y luchar denodadamente y, a menudo, ni siquiera así. 

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