RECUERDOS ENTRAÑABLES (MICRORRELATO)

ancianos-1

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estaba anocheciendo en la ciudad. Él caminaba por una acera, ensimismado, cuando de pronto sintió que una mano le tocaba suavemente el brazo. Volvió el rostro y se sorprendió. A la joven que acababa de tener este atrevimiento con él, no la conocía de nada.
Ella, ruborizándose hasta la raíz de los cabellos, le pidió:
—Perdone, quisiera hablar un momento con usted.
Él se detuvo por educación y, considerando la posibilidad de que ella fuera una buscona se apresuró, por si acaso, a mostrar que se había equivocado con él.
—Perdone, señorita, pero hoy no tengo tiempo.
—Por favor, se trata de algo que considero muy importante para mí. Colaboro en la revista que hemos creada en la universidad donde estudio.
Él la observó con mayor detenimiento. Ella vestía bien, y su sonrojo y su mirada limpia evidenciaban no pertenecía al gremio de las mujeres de la vida.
—Bien, ¿de qué quiere hablar conmigo?
—Quisiera entrevistarle —tartamudeó ella frente a la notoria seriedad de él.
—Señorita,  sin uda alguna me confunde con alguna otra persona. Yo no soy nadie importante. 
—Es usted importantísimo para mí, pues es la primera persona a la que me atrevo a entrevistar.
Él, impactado por la turbación de ella y por su hermosa  sonrisa contestó a todas sus preguntas mientras se tomaban un café.  Y a partir de aquel encuentro  fortuito surgió entre ambos la chispa de un amor que, convertido en hoguera inextinguible, les duraba ya cincuenta años.
Los dos ancianos sonríen melancólicamente recordando este lejano encuentro entre ambos, mientras miran las fotografías de la primera hoja de su viejo álbum de fotos.

Read more