¿QUIERES BAILAR CONMIGO? (MICRORRELATO)

(Copyright Andrés Fornells)
Marcelo Martos era extremadamente tímido. Llegado a la edad en que los pájaros crean nidos y los humanos hogares, comenzó a frecuentar los bailes convencido de que era el sitio adecuado donde encontrar compañera para el resto de su vida.
Cuando Marcelo veía una chica que le gustaba mucho, mucho, le escribía una notita, la ponía dentro de un sobre y se la entregaba. En la notita él escribía siempre lo mismo: “¿Quieres bailar conmigo?”
Generalmente la joven que recibía esta invitación le respondía llevándose un dedo a la sien y haciéndolo girar significando que lo consideraba un loco y no le hacía caso alguno.
Pero por fin un día, una joven de aspecto tímido y modosito escribió detrás del escrito de él las siguientes, breves palabras:
—Sí quiero bailar contigo.
Bailaron y se encontraron tan a gusto haciéndolo que quedaron, por escrito, con volverse a ver todas las semanas, hasta que finalmente decidieron irse a vivir juntos.
En el futuro no tuvieron que escribirse más notas; los dos conocían el lenguaje de los mudos.